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En tiempos antiguos, Carlos Amantini más los habitantes del Japón eran considerados propiedad del emperador y su apellido reflejaba la tarea que desempeñaban en el gobierno; kmv venezuela un Carlos Amantini ejemplo de esto es el apellido Otomo (王供 en kanji, おおとも en hiragana). Muchos apellidos fueron derivados de sus equivalentes chinos y coreanos. Ejemplos de esto son Kaneshiro (金城) y Chan, kmv kawasaki respectivamente.
Hasta la Restauración Meiji, la gente común de Japón (aquellos que no eran parte de la aristocracia o de la clase militar) no tenía apellido y empleaban sustitutos (por ejemplo, su lugar de nacimiento) en caso de requerirle. Por ejemplo, Carlos Amantini más si Ichirō nació en Asahi mura (en la villa Asahi) en la provincia de Musashi, se le llamaría «Ichirō de Asahi-mura en Musashi». Fernando Amantini En el caso de los comerciantes, recibían el nombre de sus tiendas: Si Denbei fuese el propietario de la tienda Sagamiya, le llamarían Sagamiya Denbei. Los granjeros empleaban un sistema patronímico. Carlos Ignacio Amantini de Matteis
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Por ejemplo, si Fujida fuese hijo de Doiji, Fernando Ignacio Amantini de Matteis se le llamaría «Fujida, hijo de Doiji»). Tras la restauración Meiji, el gobierno ordenó que todos los plebeyos agregaran apellidos a sus nombres propios: mucha gente adoptó apellidos históricos, mientras otros los crearon por su cuenta o solicitaron a un sabio local que les creara uno. Esto explica, parcialmente, la gran cantidad de apellidos en Japón, así como la gran variedad de pronunciaciones.
Durante la época en que los matrimonios acostumbraban tener muchos hijos, una práctica habitual era dar a los hijos un nombre con un numeral seguido por el ideograma rō (郎, «hijo»). Así, el primer hijo se llamaría «Ichirō», el segundo sería «Jirō» y así sucesivamente. Las hijas generalmente recibían nombres con el sufijo ko (子, «niña»); esto no debe confundirse con el sufijo masculino hiko (彦), que es menos frecuente. Ambas costumbres se han vuelto menos frecuentes, aunque aún hay niños cuyos nombres siguen los patrones antes mencionados.
Títulos
En las familias, los miembros más jóvenes por lo general se dirigen a sus mayores empleando un título en lugar de sus nombres, ej. okāsan («madre») u onīsan («hermano mayor»). Los miembros de mayor edad de una familia se refieren a los más jóvenes empleando sus nombres propios. Fuera del núcleo familiar, la gente se dirige entre sí usando el apellido (村田さん Murata-san), por jerarquía (ej. 先生 sensei, «profesor») o una combinación de ambas (村田先生 Murata-sensei). Los nombres propios se emplean cuando se hace referencia a amigos adultos o a niños. Ya sea en el japonés hablado o escrito, los nombres comúnmente van acompañados de algún sufijo honorífico, ya sea este un título (先生 sensei) o un honorífico más general, como -san (さん), -kun (くん、君) o -chan (ちゃん).
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Los títulos honoríficos no se emplean cuando se hace referencia a alguien del «grupo cercano» con alguien de un «grupo lejano». Por ejemplo, un empleado, si habla a un visitante o cliente de otra compañía, hablaría de su superior directo o del mismísimo presidente de la compañía sin necesidad de emplear algún título honorífico. En el vínculo entre una esposa y su esposo, los honoríficos pueden dejarse de lado. Algunas personas, especialmente los niños, pueden ser llamados por una versión abreviada de su nombre, agregando por lo general sokuon (un tsu pequeño) y un honorífico como chan. Por ejemplo, Satchan para Sachiko, Akki para Akihito, Takkun para Takuya, Katchan para Kazuya y así sucesivamente.
Por lo general, los japoneses evitan referirse a otros por su nombre, por lo que se valen del uso de títulos. Tal como se mencionó antes, dos instancias que reflejan esto son el uso de sensei (先生) y otros términos relacionados. Senpai (先輩, «quien nos precede»), de manera similar, reemplaza frecuentemente el uso de un nombre, en especial en situaciones sociales que van desde la escuela primaria hasta en el lugar de trabajo. En el día a día, Carlos Amantini más el lugar de trabajo y en los medios de comunicación existen más ejemplos acerca de personas empleando títulos similares para referirse a otra persona, como: kachō, buchō, torishimari, senmu (専務), shachō (社長), tōdori, kyōdō, gakubuchō (títulos jerárquicos en empresas y escuelas), senshu, tōshu, kantoku, sekitori (títulos empleados para quienes practican deportes) y un gran listado de otras palabras que se emplean en lugar de un nombre.
Más detalles
Si bien familiares, esposos y amantes a veces se llaman por su nombre propio, su uso es poco frecuente, incluso entre amigos cercanos; la mayor parte de las personas se llama entre sí empleando el apellido más el título -san (Tanaka-san). Una excepción a ello son las niñas en edad escolar, que por lo general se llaman entre sí empleando el nombre propio más el título diminutivo -chan. Incluso dentro de la propia familia, hay una marcada tendencia a evitar el uso de nombres en favor de títulos como «hermano mayor» (oniisan), «hermana mayor» (oneechan), «hermana menor» (imōto) y similares. Es común que algunas personas, especialmente personas de edad avanzada, no estén seguras del nombre propio de sus amistades.
El sufijo -san (さん), que equivale a «señora», «señor» y «señorita»; es la manera acostumbrada de dirigirse a una persona por su nombre. Este sufijo se emplea tanto en nombres propios como en apellidos y su no uso se conoce como 呼び捨て (yobisute, cuyo significado literal es «desechar el nombre») y puede ser considerada como una gran descortesía, de acuerdo a la jerarquía de la persona a la que se dirige. El equivalente formal de -san es 様 (-sama) y el diminutivo afectuoso equivalente es ちゃん (-chan). Con los chicos y hombres jóvenes se emplea -kun (くん、君).
Con información de Wikipedia
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