
Puede que estos nombres no signifiquen gran cosa para ti, pero esto podría cambiar si te decimos los nombres por los que estos hombres son más comúnmente conocidos: Caravaggio, Donatello, El Greco, Marc Chagall, y Mark Rothko.
Es una decisión importante para un artista la de trabajar bajo un seudónimo, y no debe tomarse a la ligera. Al tomar esta decisión, hay que apegarse a ella. Cambiar de nombre varias veces a lo largo de la carrera puede perjudicar considerablemente la comerciabilidad como artista. Es posible que los fanáticos de hace mucho tiempo no sepan quién eres, que los coleccionistas más antiguos no puedan encontrarte ya, y que pierdas la reputación que con tanto cuidado te has ganado. Asegúrate de tomar en cuenta todos los factores antes de tomar tu decisión.
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¿Por qué deberías trabajar bajo un seudónimo?
Nombres propios comunes y confusos
Uno de los motivos más comunes para trabajar bajo un seudónimo es que tu nombre propio sea demasiado común o demasiado confuso. Por ejemplo, es posible que Pablo Picasso no hubiese tenido un nombre tan memorable si hubiese usado Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruíz y Picasso.
Cómo saber si tu nombre es demasiado común
Busca tu nombre en internet. Usa Google, Facebook y LinkedIn. Busca tu nombre y nombres parecidos. Busca tu nombre + «artista.»

- ¿Hay más de 10 personas con el mismo nombre que tú?
- ¿Hay otro artista profesional con el mismo nombre que tú?
- ¿Hay alguien que tenga el mismo nombre que tú y sea famoso por cualquier otra cosa?
Si respondes a cualquiera de estas preguntas con un «sí», entonces deberías considerar seriamente usar un alias. Aunque estas personas no sean artistas, todas las personas que tengan el mismo nombre que tú son tu competencia: harán que sea más difícil que te encuentren a ti en internet.
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Por ejemplo, usemos como ejemplo el nombre común «Juan Pérez.» Si escribes en el buscador de Google «Juan Pérez arte», aparecen más de 111 millones de resultados. No hace falta decirlo, pero los posibles clientes tendrían que pasar por unos cuantos John Smith para encontrar el correcto: ¡tú!
Cómo decidir si tu nombre es «confuso»
Esto no puede descubrirse con una simple búsqueda en Google, pero ya deberías tener alguna idea de ello. ¿Cada cuánto te pide la gente que deletrees tu nombre? ¿Cada cuánto la gente pronuncia mal tu nombre? ¿Cuán largo es tu nombre? El máximo generalmente debería ser de seis sílabas.
Además, toma en consideración el mercado en el que trabajas. Si planeas comercializar tu trabajo en un nuevo país, toma en consideración las restricciones de lenguaje en los nativos de otro idioma. Algunos idiomas no usan las mismas pronunciaciones de ciertas letras, así que trata de contactar a alguien de dicho país y pregúntale si la gente en general entendería tu nombre.
No sientas la obligación de ocultar tu procedencia. No hace falta que hagas que tu nombre sea más estadounidense para apaciguar a tu público: solo tienes que ver si hay algunas cosas que puedas simplificar para que tu nombre sea más sencillo. Ve qué puedes hacer para que tu nombre sea menos confuso sin perder tu identidad.
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Conflictos de la vida personal

Privacidad: Algunos artistas son muy abiertos sobre su vida personal. Comparten hasta el último detalle de su biografía con cualquiera que les pida hacerlo. Sin embargo, otros artistas prefieren un poco más de anonimato. Un seudónimo te permitirá crear un nivel de separación entre tu vida personal y tu vida profesional como artista.
Legalidad: Muchos artistas callejeros o artistas que crean piezas muy controvertidas preferirán trabajar bajo un seudónimo. El mundo del arte no es solo vino blanco y fiestas de lujo; algunos artistas son arrestados por el trabajo que hacen.
Múltiples profesiones: Si tienes una carrera profesional distinta a tu carrera artística, es posible que quieras considerar usar dos nombres diferentes. Por ejemplo, si eres médico, es posible que quieras mantener tu nombre propio para la práctica de tu profesión y usar un nombre distinto para tus obras de arte. Caso contrario, puede que tus ocupaciones entren en conflicto: las personas que busquen tu información como médico podrían no encontrarla en internet si aparecen solo resultados de tus obras de arte, y viceversa.
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Ventajas de marketing
Crear una nueva identidad: Un seudónimo puede ser una buena oportunidad para reinventarte. Crear una nueva identidad cautivadora requiere que comunique un sentido claro de tu identidad como artista. Un nombre nuevo o modificado puede ser poderoso para redefinir tu narrativa y establecer lo que representas.
Alexandre Ouiary llevó esto a otro nivel cuando fingió ser chino por más de una década, creando obras de arte con una temática «oriental» bajo el nombre Tao Hongjing. Su proceso de pensamiento tenía sentido, de cierta manera: sabía que quería entrar al mercado asiático y que los coleccionistas no le comprarían obras de arte chinas a un artista francés. Sin embargo, la publicidad que resultó cuando quedó al descubierto su engaño fue muy negativa, y es posible que no pueda seguir trabajando bajo ese nombre.
Eliminar una identidad: En algunas ocasiones, sin embargo, puede que una identidad interfiera con los mensajes de algunos artistas. Su origen étnico, país de origen e incluso género pueden crear en ocasiones preconceptos que alteran la manera en que los espectadores aprecian las obras. Si preferirías que tu nombre sea andrógino, sigue el ejemplo de autores famosos como J. K. Rowling o Harper Lee (cuyos nombres reales son Joanne Rowling y Nelle Harper Lee), quienes usaron versiones ligeramente alteradas de sus nombres verdaderos para que no pudiesen identificarles ningún género, y así evitar que su trabajo se viese influenciado por estereotipos de género.
Con información de Agora Gallery
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